Antes que nada, me presento. Me llamo Isis y soy una galga.
Además de un ser galga, que de por si no es ser gran cosa, tengo muchas cosas en mis adentros, que poco a poco iré desvelando. Tú seguramente eres un humano, pero aparte de eso eres más cosas y tienes aficiones, habilidades, virtudes y defectos. Yo también, aunque al ser un perro tengo más de lo primero que de lo segundo. O al menos eso me dice mi mamá.
Esta es mi mamá, la persona que más quiero en el mundo, el ser supremo que ha dotado mi vida de la maxima felicidad. Cuando tenga tiempo os explicaré mi historia: "La terrorífica historia de dolor, torturas y sufrimiento de la Galga Gourmet Isis y su posterior ascensión al Olimpo de los perros" (me ha salido un poco largo, lo sé).
Pero aquí estamos por otra cosa, y esa cosa es lo que ha motivado que hoy estrene este blog. Porque os preguntaréis: ¿cómo es posible que una hermosa perrita como yo sea la Alma Matter de este, este... guau... no sé como llamarlo, quizás "magazine de alta gastronomía". Bueno, creo que ya se definirá por él mismo. Los humanos le dáis demasiada importancia a las palabras, en eso los caninos os ganamos de calle, tenemos una inteligencia emocional muy, muy, muy superior a la vuestra. Sólo hay una exceccion a esta regla: mi mamá, una persona que une lo mejor de los humanos con lo mejor del reino animal; un híbrido poético sentimental capaz de entender todo lo que los ojos de un perro expresan.
Pero ya he hablado demasiado de mí. Ahora le llega el turno a mi mayor afición: el arte del buen comer. Vamos a por faena... que ya me relamo toda.
(Basta decir que todas las recetas son obra de mi mamá, que las ha elaborado especialmente para mí... bueno, y para vosotros también. ¡Qué buena es y cómo me cuida!)
Además de un ser galga, que de por si no es ser gran cosa, tengo muchas cosas en mis adentros, que poco a poco iré desvelando. Tú seguramente eres un humano, pero aparte de eso eres más cosas y tienes aficiones, habilidades, virtudes y defectos. Yo también, aunque al ser un perro tengo más de lo primero que de lo segundo. O al menos eso me dice mi mamá.
Esta es mi mamá, la persona que más quiero en el mundo, el ser supremo que ha dotado mi vida de la maxima felicidad. Cuando tenga tiempo os explicaré mi historia: "La terrorífica historia de dolor, torturas y sufrimiento de la Galga Gourmet Isis y su posterior ascensión al Olimpo de los perros" (me ha salido un poco largo, lo sé).Pero aquí estamos por otra cosa, y esa cosa es lo que ha motivado que hoy estrene este blog. Porque os preguntaréis: ¿cómo es posible que una hermosa perrita como yo sea la Alma Matter de este, este... guau... no sé como llamarlo, quizás "magazine de alta gastronomía". Bueno, creo que ya se definirá por él mismo. Los humanos le dáis demasiada importancia a las palabras, en eso los caninos os ganamos de calle, tenemos una inteligencia emocional muy, muy, muy superior a la vuestra. Sólo hay una exceccion a esta regla: mi mamá, una persona que une lo mejor de los humanos con lo mejor del reino animal; un híbrido poético sentimental capaz de entender todo lo que los ojos de un perro expresan.
Pero ya he hablado demasiado de mí. Ahora le llega el turno a mi mayor afición: el arte del buen comer. Vamos a por faena... que ya me relamo toda.
(Basta decir que todas las recetas son obra de mi mamá, que las ha elaborado especialmente para mí... bueno, y para vosotros también. ¡Qué buena es y cómo me cuida!)
